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El segundo intento de BBVA para hacerse con Sabadell: ¿para qué y por qué esta vez podría ser diferente?

El precio fue el principal escollo que impidió que las negociaciones llegasen a buen puerto en 2020. Ahora BBVA deberá subir su oferta y tampoco eso garantiza que logre convencer a la entidad catalana

Josep Oliu (i) y Carlos Torres.
Josep Oliu (i) y Carlos Torres.
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BBVA ha dado un golpe de mano en el tablero financiero español cuando casi nadie lo esperaba. La entidad presidida por Carlos Torres quiere tener un lugar propio en la liga de los grandes bancos regionales y ha decidido resucitar sus planes de fusión con Banco Sabadell casi cuatro años después de un primer intento frustrado. Esta vez tiene que ser diferente.

El precio fue el principal escollo que impidió que las negociaciones llegasen a buen puerto en 2020. Sabadell atravesaba entonces una profunda crisis bursátil que redujo su capitalización por debajo de los 3.000 millones de euros en bolsa y BBVA intentó hacerse con la compañía en un movimiento que algunas voces califican de "oportunista". La entidad presidida por Josep Oliu desveló en aquel momento que la operación no salió adelante al no llegar a un acuerdo sobre la eventual ecuación de canje de las acciones. Ahora las cosas han cambiado, pero la clave sigue siendo el precio. Los analistas consultados aseguran que el banco vasco debería poner sobre la mesa una prima mínima del 20% para atraerse el favor de los accionistas de Sabadell, que cotiza en torno a un 30% por debajo de su valor en libros pese al recorrido del último año y medio.

Pero tal vez ni eso sirva para convencer a la entidad catalana. La noticia cogió con el pie cambiado a una parte del núcleo directivo, que casi se enteró por la prensa de las intenciones de BBVA. "Hay recelos en el consejo", según comparten fuentes financieras con este diario, y la propuesta que les han planteado hasta ahora no convence al presidente Oliu ni a a la mayoría de consejeros.

Sabadell acaba de presentar resultados históricos en el primer trimestre del año y su valor en el Ibex 35 se ha más que triplicado respecto al de hace cuatro años, lo que hace que el nuevo intento de adquisición sea mucho más caro. La pregunta es por qué BBVA querría ahora hacerse con un banco que vale tres veces más que hace cuatro años. "Tiene todo el sentido económico, financiero y estratégico para BBVA", apuntan fuentes financieras consultadas. "La fusión le permitiría recuperar cuota de mercado en España, ampliar su presencia en Europa, diversificar y fortalecer su negocio, ganar peso en mercados desarrollados y reducir la exposición a emergentes como Turquía. Además, Sabadell sigue siendo barato y sus accionistas de referencia están muy diluidos, lo cual reduce los contrapesos", añaden.

Existe también un encaje estratégico por la complementariedad de ambas compañías: Sabadell es una de las firmas financieras de referencia en el segmento de pymes, mientras que BBVA tiene mucho peso en banca retail y de empresas. En la otra cara de la moneda, la integración podría acarrear importantes ajustes a nivel de plantilla y sucursales, teniendo en cuenta la coincidencia geográfica en gran parte del país y en particular en regiones como Cataluña, donde tanto BBVA como Sabadell tienen una importante presencia.

¿Qué ha cambiado en esta ocasión?

El precio es la diferencia principal. En 2020, Sabadell atravesó una crisis bursátil que redujo su valor de capitalización por debajo de los 3.000 millones de euros. Ahora, sus acciones superan 1,7 euros y su capitalización roza los 10.000 millones de euros, lo que obligará a BBVAa hacer una propuesta contundente para convencer al consejo.

A partir de aquí, las cuentas podrían empezar a salir para la entidad vasca. De concretarse la operación, el gigante bancario resultante alcanzaría los 986.924 millones de euros en activos, con datos a cierre del primer trimestre de 2024, de los cuales el 80% serían aportados por el banco presidido por Torres, cuyos activos suponen 801.690 millones. Además, la nueva entidad alcanzaría una capitalización en torno a 70.000 millones de euros, tomando como referencia los 59.401 millones que marcó ayer BBVA y los 9.771 de Sabadell.

Hay también cierta presión para BBVA, cierta sensación de que esta vez no puede fallar en su apuesta por integrar a otra de las grandes entidades del país. Está en juego convertirse en el segundo banco del país y el tercero a nivel europeo -sólo por detrás de Santander y del francés BNP Paribas-, y en el mercado se interpreta esta segunda ofensiva por Sabadell como la ocasión definitiva para conseguirlo.

¿Por qué esta vez es diferente?

En la motivación de BBVA hay un sentido estratégico, en tanto que la fusión con Sabadell le permitiría ganar cuota de mercado, diversificación y reducir su exposición en países como Turquía. Pero esta vez es diferente sobre todo porque un segundo intento fallido no sería bien recibido por el mercado; costaría digerir que BBVA se haya lanzado de nuevo a por el mismo rival y no concrete su apuesta con una oferta lo suficientemente competitiva y atractiva como para convencer al consejo y a los accionistas de la adquisición.

Desde ambos grupos había ayer un silencio casi absoluto después de que los dos enviasen sendos comunicados a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) confirmando las negociaciones. "BBVA confirma que ha trasladado al Presidente del Consejo de Administración de Banco de Sabadell el interés del Consejo de Administración de BBVA en iniciar negociaciones para explorar una posible fusión entre ambas entidades", recoge el comunicado enviado por BBVA al supervisor de los mercados. "BBVA confirma que ha nombrado asesores a tal efecto", añade la nota. Según ha podido confirmar EL MUNDO, la labor de asesoría por parte de BBVA estaría en manos de UBS y JP Morgan, mientras que Garrigues se encargaría de la asesoría legal.

A la nota de BBVA le siguió otra de Sabadell confirmando el interés. "Banco Sabadell confirma que ha recibido a las 13:43 horas del día de hoy una propuesta escrita indicativa de Banco Bilbao Vizcaya Argentaria para una fusión", asegura el escueto comunicado. "El Consejo de Administración de Banco Sabadell analizará adecuadamente todos los aspectos de la propuesta", concluye.

¿Cómo ha recibido Sabadell la propuesta?

Con sorpresa. Tanto es así que la propia entidad desmintió las primeras informaciones de Skynews que avanzaban el movimiento de BBVA. Una vez confirmado, los recelos se instalaron en una parte de los miembros del consejo, tal y como han trasladado fuentes consultadas por este periódico. En los próximos días deberán reunirse para tomar una decisión sobre el inicio o no de las negociaciones en base a la propuesta recibida.

Las reacciones desde diferentes frentes no se hicieron esperar. En el Ibex 35, las acciones de uno y otro dibujaron direcciones contrapuestas: los títulos de BBVA cerraron la sesión con una caída del 6,65%, hasta los 10,175 euros, mientras que los de Sabadell repuntaron un 3,4%, hasta 1,796 euros.

Desde el Gobierno, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, optó por la prudencia y apuntó a Efe que "es importante" que el sector siga manteniendo "una situación competitiva" en caso de que la operación salga adelante. Hay que ver si estas negociaciones "fructifican o no" y cómo termina "esta posible operación", añadió.

Mucho más tajantes se mostraron sus socios de Sumar, cuyo portavoz económico, Carlos Martín, hizo un llamamiento para impedir la fusión. "La concentración bancaria destruye empleo", escribió en un mensaje en la red social X (antes Twitter). A juicio de Martín, esta fusión tiene que detenerse, porque "se acumulan muchas pruebas del empeoramiento del servicio bancario y el aumento de su precio como resultado de la elevada concentración".

Desde el ámbito sindical, CCOO exigió que la operación "se haga con todas las garantías" para la plantilla. "En un contexto en el que ambas entidades han obtenido unos resultados de récord y remunerado de forma excelente a los accionistas, para CCOO es imprescindible que, si finalmente se materializa esta operación, se articule un acuerdo laboral que proteja las condiciones laborales y el empleo de las dos plantillas", recoge su comunicado.

Entre los analistas, las negociaciones se interpretan como una muestra de dinamismo del mercado y como el inicio de una nueva etapa de consolidación en el tablero financiero. "A medida que nos acercamos lentamente a las primeras posibles bajadas de tipos del Banco Central Europeo y del Banco de Inglaterra, la consolidación en todo el sector ganará protagonismo", apunta Filippo Maria Alloatti, responsable de Crédito Financiero de Federated Hermes Limited en una nota de la gestora.