el oasis catalán
Marte
Al director de la Casa de la Generalitat en Perpiñán se le ocurrió decir –ni más ni menos que en el Parlament- que «el estado francés sólo reconoce la denominación Pirineos Orientales
Artículos escritos por Miquel Porta Perales en ABC

Cuando escucho hablar de los Países Catalanes me viene a la memoria el historiador alemán Heinrich von Treitschke que, a fínales del XIX, predicaba la existencia de una sola Alemania bajo el Estado único alemán. Nuestro historiador utilizaba el criterio etnolingüístico para legitimar la ... anexión alemana de Alsacia y Lorena afirmando que, a pesar de la voluntad en contra expresada, los alsacianos y los loreneses eran objetivamente alemanes. Un pangermanismo que, en los 30 del siglo pasado, se materializó en el Anschluss.
El párrafo que acaban de leer viene a cuenta del escándalo que han suscitado las palabras pronunciadas por Christopher Daniel Person, director general de la Casa de la Generalitat en Perpiñán, nombrado por Salvador Illa. Por cierto, la Casa fue creada por Pasqual Maragall. Al susodicho director –un catalán nacido en Cervera- se le ocurrió decir –ni más ni menos que en el Parlament- que «el estado francés sólo reconoce la denominación Pirineos Orientales, y nosotros, desde la delegación, o al menos yo como director general, debo conservar la neutralidad institucional».
Las palabras de Christopher Daniel Person provocaron la indignación, tanto en la Cataluña Norte como en la Cataluña Sur. Tan grande es la indignación que se ha pedido a Salvador Illa que destituya al director general.
La indignación –una población minoritaria subvencionada, por cierto- se ha localizado principalmente en los Pirineos Orientales francesas –en el Principado el escándalo no ido más allá de la Ciudadela-, que están irritados porque las palabras del Director General son «impresentables» y delatan a un personaje que cree que ha llegado al lugar «como si esto fuera Marte». Francamente, quizá estén en lo cierto.
También están irritados, porque el Director General «no ha entendido que su papel es el de suturar una cicatriz histórica, de borrar el efecto frontera» que surgió con el Tratado de los Pirineos de 1659 que partió Cataluña en dos. Marte.
Las palabras de Christopher Daniel Person tienen la virtud de desmontar, en público –en el Parlament-, esa entelequia que son los Países Catalanes. Por su parte, en la denominada Cataluña Norte, siguen comulgando con la entelequia. Tan es así que están organizando una consulta popular para sustituir los Pirineos Orientales por País Catalán o Pirineos Catalanes.
En la Cataluña catalana, el nacionalismo –alumno del pangemanista Heinrich von Treitschke y su criterio etnolingüístico-, con la colaboración del socialismo, continúa dando aire a los Países Catalanes. Será porque saben que en Marte no hay prácticamente oxígeno.
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