17 de marzo de 2005.
�La mejor an�cdota del homenaje de anoche a Santiago Carrillo:� Jos� Bono , que hab�a recibido la correspondiente invitaci�n, anunci� con tiempo que no podr�a asistir pero que, a cambio "voy a mandar para Carrillo a un soldado con una bandera espa�ola".
�Lo cre�is o no, durante m�s de una semana la principal organizadora del acto estuvo profundamente convencida de que lo que iba a llegar en mitad del festejo era un soldado de carne y hueso, bandera rojigualda en ristre, y se iba a pasear por el sal�n del hotel Meli�, ante las 350 personas de toda procedencia e ideolog�a que hab�an acudido al homenaje. Y, claro, no le llegaba la camisa al cuello.
�Es m�s, cre�a que iba a entrar m�s o menos al mismo tiempo que la tarta, bajando las escalinatas.
�El entuerto no se deshizo hasta ayer mismo a la hora de comer: lo que el ministro de Defensa envi� fue un soldadito de plomo, con su bandera y su de todo, que le fue entregado a Carrillo. La periodista respir� aliviada.
�El regalo principal consisti� en un reloj de plata , de los de leontina, con esta inscripci�n: "Con cari�o y gratitud, tus amigos" y la fecha de ayer.
�El reloj iba en una caja, tambi�n de plata, en la que se mand� troquelar la caricatura de carrillo hecha por Peridis .
�Todo eso se compr� destinando cinco euros de los 65 que pag� cada comensal.
�Al final de la cena sonaron los compases de un bolero: "Toda una vida, te estar�a queriendo, te estar�a�..."
�La cosa era que Carrillo se marcara un baile con Carmen , su mujer.
�Y el hombre lo intent�, muerto de verg�enza, eso s�, pero apenas dio unos pasos antes de desistir. La explicaci�n que dio fue contundente: "Es que no he vuelto a bailar desde que Francia fue liberada".
�Teniendo en cuenta que eso sucedi� en el verano de 1944�
�Por lo dem�s, seg�n me cuentan: respuesta entusiasta de todos los hist�ricos de UCD.
� Buena respuesta , pero m�s dificultades entre los comunistas. Ah� todav�a colean viejas rencillas y dolorosas rupturas.
�Poco o ning�n inter�s por parte de los miembros del PP. S�lo algunos, que tuvieron algo que ver con los viejos tiempos.
�Tambi�n es verdad que de los j�venes del PSOE s�lo estaba ZP.
��Y Carrillo? Le hab�an dicho que ten�an una cena con Mart�n Villa y Mar�a Antonia Iglesias en el hotel Meli�. Y �l no entend�a por qu� ten�an que ir a cenar ah�, pero el hombre se avino.
�Tampoco entend�a por qu� su mujer, Carmen, �ltimamente se pasaba el d�a hablando por el tel�fono de la cocina y cogiendo todas las llamadas como una posesa.
� Conclusi�n final: la perspicacia pol�tica no se le discute, pero para las cosas de diario es m�s inocente que un cubo.