Estando en Navarrete, no oigo «vete»
ESTANDO EN NAVARRETE, NO OIGO “VETE” Aunque es una pregunta muy atrevida, Con sumo gusto a Dios formularía, Si lo tuviera enfrente, eso osaría, Esta aguda cuestión, que causa herida Con su afilada punta, y aterida, Amén de la mui, el alma dejaría De quien la osara hacer, Pedro María: ¿A quién le achaco mi niñez perdida?