Estefanía Unzu Ripoll, más conocida como Verdeliss, su nick en redes sociales, está siendo noticia estos días a cuenta de su participación en el reto World Marathon Challenge, una suerte de viaje organizado en el que se corren siete maratones en siete días consecutivos en siete lugares del planeta.
Hasta ahora, Verdeliss ha ganado la categoría femenina de las seis maratones que ha disputado, y la categoría absoluta de cinco de ellas, todas con unos tiempos envidiables y difíciles de alcanzar para los atletas populares. Entonces, ¿dónde está el problema?
Los números de Verdeliss. Hay cosas que son incontestables: Verdeliss es una bestia del running, y también de las redes sociales. Con más de dos millones de seguidores en su canal de Youtube, su primer vídeo data de hace 15 años y sienta el tono del que se convertiría en uno de los canales más conocidos de España: la ecografía de su hija Irati, la segunda de los ocho retoños de la familia, cuenta con 817K visualizaciones.
En 2010 Verdeliss comienza a subir contenido a su canal de forma regular y a partir de entonces se convierte en la pionera del sharenting en España: si la tendencia de compartir la maternidad y paternidad ya era un éxito en Estados Unidos, Estefanía la hizo patria gracias a compartir su vida y la de sus hijos on-line.
Sus seguidores en redes sociales le aseguraron además un puesto dentro del reality Gran Hermano VIP 6 en 2018 estando además embarazada de su hija Miren, la penúltima (por ahora).

En 2023, Verdeliss decide dar un giro radical a su canal de Youtube y pasa de ser un canal familiar a seguir a diario sus andaduras en el mundo del running. Ella no es nueva en esto: procede de una familia relacionada con el deporte, más concretamente con el atletismo, disciplina que ella había practicado en su niñez.
Desde entonces, el running es su actividad principal. En 2024 realizó un reto de 12 maratones en 12 meses, cada una en una ciudad distinta, viajando por todo el mundo y consiguiendo muy buenas marcas. Este 2025 lo ha iniciado con su reto más ambicioso: el World Marathon Challenge.
Siete maratones, 40.000 euros desembolsados y miles de ojos puestos en ella. La "maratón de los ricos" es un reto que no está al alcance de cualquiera, puesto que para poder formar parte de él toca antes pasar por caja para abonar la nada desdeñable cifra de 40.000 euros. Estefanía es la segunda española que participa en la carrera, después de que lo hiciera Meriem Achab Zekri, española afincada en Holanda, en la edición de 2019, con motivo de su luna de miel.
Según sus propias palabras, Verdeliss no tiene patrocinadores para este evento y todo ha salido de su bolsillo, si bien es cierto que el día 23 de enero anunció en sus redes sociales que la productora TBS y Movistar Plus grabarían un documental de su reto, siguiéndola en estos siete de días de carrera 24 horas al día.
Si hay algo que ha conseguido Verdeliss con este reto es llamar la atención de los medios, tanto generalistas como de nicho. Muchos creen que el reto de Estefanía está otorgando una gran visibilidad al atletismo femenino y puede ser una buena noticia para las profesionales del sector, pero ¿es esto del todo cierto?

Atletas o influencers. Hace tan solo unos días, en una entrevista concedida a Relevo, Chema Martínez, histórico del atletismo español habiendo sido campeón en el europeo de atletismo en 10.000 metros en 2002, plata en 2006 y plata de nuevo en la modalidad de maratón de 2010, nos daba un titular muy llamativo: “Era más conocido por ganar al autobús que por ser campeón de Europa”.
Martínez acierta cuando dice que la comunicación, también en los deportes, ha cambiado mucho con el paso de los años; y él ha sido uno de los pocos atletas profesionales que ha sabido usar las redes sociales a su favor, además desde el inicio de las mismas. Convertirse en un atleta mediático le ha valido para mantenerse en el candelero muchos años después de su retirada del circuito profesional y para seguir acumulando seguidores. Y eso, en el idioma del marketing, significa dinero.
El problema de los patrocinios. La inmensa mayoría de los deportistas profesionales en España no pueden dedicarse exclusivamente a entrenar para mejorar en su deporte, batir marcas y traernos de vuelta medallas en Juegos Olímpicos, competiciones mundiales o europeas. Casi todos compaginan su faceta como deportista profesional con otras profesiones como maestros, entrenadores en gimnasios, emprendedores, etc. Esto no es un fenómeno exclusivo de España, sino que también ocurre fuera de nuestras fronteras.
Para que un atleta pueda disfrutar de la estabilidad económica que le permita dedicarse 100% a sus entrenamientos (y así a rendir mejor en su deporte) necesita patrocinios. ¿Dónde están ahora esos patrocinios en la mayoría de los casos? Exacto: en los perfiles de los influencers.
Los influencers de Instagram o TikTok son muy interesantes para las marcas porque son capaces de llegar a una audiencia muy numerosa, al mismo tiempo muy bien segmentada y además lanzan un mensaje muy aspiracional. No son deportistas profesionales que tienen que entrenar 8 horas al día para llegar a donde están; son personas que entrenan cada día dentro de su rutina, que te incluyen como espectador dentro de ella y que compaginan todo esto con su vida diaria de trabajo o de maternidad (como Verdeliss).
Para las marcas, más seguidores significa más audiencia, y más audiencia significa más ventas potenciales. Entre un atleta profesional que no tiene por qué ni siquiera tener redes sociales, pero gana medallas, y un influencer cuyo contenido ven decenas de miles de personas al día, es normal que la marca escoja al influencer. Lo que es menos normal es que no elija también al atleta.
Imagen | Instagram World Marathon Challenge
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